ASUNCIÓN

ASUNCIÓN DE LA SANTA MADRE DE DIOS
Վերափոխումն Սուրբ Աստուածածնի


El nombre completo de esta fiesta es "Verapojúmên Surp Asdvadzadzní" (Վերափոխումն Սուրբ Աստուածածնի), que quiere decir "Asunción de la Santa Madre de Dios". Asunción es el traslado de la Santísima Virgen en cuerpo y alma al Cielo. A menudo, suele nombrarse a esta festividad simplemente con el nombre de “Asdvadzadzín” (Աստուածածին), que significa "Madre de Dios", por ser la fiesta más importante en honor a la Santísima Virgen María Madre de Dios. También se la conoce abreviadamente como “Verapojúmên” (Վերափոխումն), es decir, "Asunción"; o bien como “Nênchúmên” (Ննջումն), que quiere decir "Dormición". Este último término es muy usado en Oriente, especialmente en la tradición bizantina: al conmemorarse la muerte de María, se acostumbra a usar el término “dormición” como un modo de expresar que dicho episodio se trató de un tránsito más parecido al sueño que a la muerte.

🌟 Por qué la “venida”
La Iglesia considera que Cristo vino a resucitar a su Madre y trasladarla en cuerpo y alma al Cielo. Por eso, el Trisagio del día reza: «Santo Dios, santo y fuerte, santo e inmortal, que viniste en la Asunción de tu Virgen Madre, ten piedad de nosotros» (Սուրբ Աստուած, սուրբ և հզօր, սուրբ և անմահ, որ եկիր ի փոխումն Մօր քոյ և Կուսի, ողորմեա մեզ). Asimismo, en la invocación alusiva a la fiesta del día el coro canta: «Gloria a tu Venida, Señor» (Փառք գալստեան քոյ, Տէր).

A la izquierda, la imagen de la Dormición en una miniatura armenia del año 1391. A la derecha, la Asunción en una pintura armenia de autor desconocido.

Festividad solemne
En el rito armenio, la Asunción de la Madre de Dios es la cuarta de las cinco grandes festividades del calendario litúrgico y se celebra el domingo más cercano al 15 de agosto. Por lo tanto, puede acontecer entre el 12 y el 18 de agosto. Como sucede con cada una de las 5 grandes fiestas, es precedida por una semana de abstinencia o “Navagadík” (Նաւակատիք) y al día siguiente es Día de Difuntos u “Or Merelóts” (Օր Մեռելոց).

Fiesta de 9 días
Al principio se festejaba 3 días solamente, pero más tarde el catholicós patriarca San Nersés Shnorhalí ordenó que se extendiera a 9 días, como ya se hacía en rito bizantino, comenzando el domingo y concluyendo el lunes de la semana siguiente. Durante esos 9 días se van sucediendo tres formularios para la Misa y el Oficio Divino, cuyas lecturas, oraciones y cánticos evocan a la Madre de Dios.

🔄 Inicio de un nuevo tiempo litúrgico
Esta celebración no solamente es importante por ser una de las 5 grandes fiestas del calendario armenio y por celebrarse durante 9 días, sino también porque inicia un nuevo tiempo litúrgico de 4 a 5 semanas según el año. Este tiempo comienza el propio Domingo de Asunción (1º domingo de Asunción) y, a partir de allí, se cuentan los siguientes domingos: 2º, 3º, 4º y 5º domingo del tiempo de Asunción. Este tiempo concluye el día anterior a la Exaltación de la Santa Cruz, que es el domingo más cercano al 14 de septiembre y da inicio al tiempo de la Cruz.

📅 Los domingos de Asunción
Los domingos del tiempo de Asunción pueden ser 4 o 5, dependiendo del año:
- 1º domingo: Asunción de la Madre de Dios y 1º día de la Novena de la Asunción
- 2º domingo: 8º día de la Novena de Asunción
- 3º domingo: [sin nombre específico]
- 4º domingo: [sin nombre específico]
- 5º domingo: Preparación para el ayuno de la Cruz

🍇 Bendición de las Uvas
El Domingo de Asunción se acostumbra a hacer la Bendición de las Uvas (խաղողօրհնէք). Se llevan los primeros frutos de la cosecha para ser bendecidos. Como bendecir todas y cada una de las frutas separadamente es un trabajo largo e irrealizable, se ha tomado a la uva en lugar de todas como la más noble, la del vino que da alegría y que es símbolo de la comunión.

Sacerdote bendiciendo las uvas

La bendición se realiza el día de la Madre de Dios, pero no por un vínculo especial con dicha fiesta, sino porque en Armenia –que está en el hemisferio norte– es verano y, por lo tanto, época de cosechas. Las uvas bendecidas se reparten a todos los presentes, quienes las llevan a sus hogares y las comparten con aquellos que no han podido participar de la ceremonia.

Caminar con María hacia lo alto
El tiempo de Asunción nos invita a mirar a María como modelo de entrega, fe y esperanza. Su tránsito al Cielo no es sólo una celebración de su destino glorioso, sino también un llamado a elevar nuestra vida cristiana, a buscar las cosas de lo alto y a confiar en que, como ella, también nosotros estamos llamados a la resurrección. Es un tiempo propicio para renovar nuestra relación con Dios a través de la oración, la participación en la liturgia y el servicio a los demás, especialmente a los que sufren. Al igual que la uva se transforma en vino, que alegra y da vida, que nuestras obras en este tiempo sean signo de una vida ofrecida y transformada por el amor.