INCLINACIÓN

INCLINACIÓN
ante Dios


Si bien en la Misa armenia no existe la costumbre de arrodillarse, sí existe la inclinación profunda. En varias ocasiones escuchamos al diácono decir "Asdudzó ierguêrbakestsúk" (Աստուծոյ երկրպագեսցուք), que traducimos como "Inclinémonos ante Dios". Pero el significado en armenio va más allá: el verbo "ierguêrbakél" significa "inclinarse hasta el suelo", ya que "ierguír" es tierra o suelo. Si bien la forma tradicional de realizar esta inclinación es llegando a tocar el suelo con la mano, en muchos lugares lamentablemente ha ido quedando en desuso esta tradición, con lo cual se pierde el sentido original de lo que quiere decir la palabra "ierguêrbakél".


El celebrante y los ninistros del altar inclinándose ante Dios.

La inclinación es un acto de humildad y una forma de reconocer nuestra humanidad frente a Dios. De hecho, en castellano humanidad viene de humus (tierra). Por eso, la Biblia dice: "el Señor Dios modeló al hombre con arcilla del suelo" (Gén. 2, 7). A su vez, tiene la misma raíz etimológica que humildad, que es lo que expresamos al inclinarnos ante Dios.