El jueves de Ascensión es el 40º día de la Cincuentena y puede estar entre el 30 de abril y el 3 de junio, de acuerdo a cada año según la fecha de la Pascua.
Հիացան վերնական բազմութիւնքն
Հիացան վերնական բազմութիւնքն. տեսանելով զքեզ ի հրեղէն կառս բազմեալ` սարսեալ ասէին. «Ո՞վ է սա, որ դիմեալ գայ յԵդովմայ. եւ եկեալ մտանէ փառօք ի փառս». Տէր, փառք քեզ:
Hiatsán vernagán pazmutiúnkn
Hiatsán vernagán pazmutiúnkn, desanelóv êzkéz i hreghén gárês pazmiál sarsiál aseín: «Ov e sa vor timiál ka hEtovmá iev ieguiál mêdané parók i párs?». Der park kez.
Las multitudes de lo alto
Las multitudes de lo alto se han quedado admiradas viéndote sentado sobre un carro de fuego; temblando, ellas decían: “¿Quién es este que viene corriendo de Edom y que, habiendo llegado, entra con gloria en la Gloria?”. Señor, gloria a Ti.
Որ համբարձաւ այսօր
Գովեա Երուսաղէմ զՏէր:
Որ համբարձաւ այսօր աստուածային իշխանութեամբ ի հայրական ի կառս՝ սպասաւորելով ի հրեշտակական դասուցն, որք նուագէին՝ ասելով. «Համբարձէք, իշխանք, զդրունս ձեր ի վեր, եւ մտցէ Թագաւոր փառաց»:
Հիացան վերնական իշխանութիւնքն եւ սոսկալի ձայնիւ աղաղակէին առ միմեանս. «Ո՞վ է Սա Թագաւոր փառաց՝ եկեալ մարմնով եւ սքանչելի զօրութեամբ. համբարձէք, իշխանք, զդրունս ձեր ի վեր, եւ մտցէ Թագաւոր փառաց»:
Փառք Հօր † եւ Որդւոյ եւ Հոգւոյն սրբոյ՝ այժմ եւ միշտ եւ յաւիտեանս յաւիտենից. ամէն:
Եղանակէին վերնական պետութիւնքն հրաշալի ձայնիւ, երգէին երգ նոր՝ ասելով. «Սա Ինքն է Թագաւոր փառաց՝ Փրկիչ աշխարհի եւ Ազատիչ ազգի մարդկան. համբարձէք, իշխանք, զդրունս ձեր ի վեր, եւ մտցէ Թագաւոր փառաց»:
Vor hampartzáv aisór
Der takavoriáts, vaielchutiún êzketsáv.
Vor hampartzáv aisór asdvadzaín ishjanutiámp i hairagán i gárês, êsbasavorelóv i hreshdagagán tasútsên, vork nêvakeín aselóv: hampartzék, ishjánk, êztrúnês tzer i ver, iév mêdtsé takavór paráts.
Hiatsán vernagán ishjanutiúnkên iév sosgalí tzainív aghaghagueín ar mimiánês: ov e sa takavór paráts, ieguál marmnóv iév êskanchelí zorutiámp; hampartzék, ishjánk, êztrúnês tzer i ver, iév mêdtsé takavór paráts.
Park Hor † iev Vortvó iev Hokvúin sêrpó, áiyêm iev mishd iev havidiáns havideníts; amén.
Ieghanagueín vernagán bedutiúnkên hêrashalí tzainív, ierkeín iérk nor aselóv: sa ínkên e takavór paráts, pêrguích ashjarhí iév azadích azkí artgán; hampartzék, ishjánk, êztrúnês tzer i ver, iév mêdtsé takavór paráts.
El que ascendió hoy
Alaba, oh Jerusalén, al Señor.
El que ascendió hoy con divino poder en el carro del Padre, servido por los órdenes angélicos, los cuales tocaban instrumentos musicales diciendo: ¡Levanten alto, oh príncipes, sus puertas y entrará el Rey de la gloria!
Se asombraron los principados de lo alto y con voz terrible clamaban unos a otros: ¿Quién es este Rey de la gloria, venido con un cuerpo y con maravilloso poder? ¡Levanten alto, oh príncipes, sus puertas y entrará el Rey de la gloria!
Gloria al Padre † y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos; amén.
Modulaban las dominaciones de lo alto con maravillosa voz, cantaban un canto nuevo diciendo: Este mismo es el Rey de la gloria, salvador del mundo y libertador del género humano. ¡Levanten alto, oh príncipes, sus puertas y entrará el Rey de la gloria!
որ համբարձար փառօք առ Հայր
Սուրբ Աստուած, սուրբ եւ հզօր, սուրբ եւ անմահ, որ համբարձար փառօք առ Հայր, ողորմեա մեզ։ (երիցս)
vor hampartzár parók ar Hair
Surp Asdvádz, surp iév hêzór, súrp iév anmáh, vor hampartzár parók ar Hair, voghormiá mez. (ierítss)
que subiste gloriosamente al Padre
Santo Dios, santo y fuerte, santo e inmortal, que subiste gloriosamente al Padre, ten piedad de nosotros. (3 veces)
Սաղմոս ՃԺԸ, 1; 57; 121; ՃԺԹ, 1 [1-2]; ՃԻ, 1
Երանեալ են ամբիծք ի ճանապարհի եւ ոյք գնան յօրէնս Տեառն: Բաժին իմ ես դու, Տէր. ասացի պահել ինձ զօրէնս քո: Արարի իրաւունս եւ արդարութիւն. մի մատներ զիս ի ձեռս նեղչաց իմոց: Ի նեղութեան իմում ես առ Տէր կարդացի, եւ լուաւ ինձ: Տէր, փրկեա զանձն իմ ի շրթանց նենգաւորաց եւ ի լեզուէ չարէ: Համբարձի զաչս իմ ի լերինս, ուստի եկեսցէ ինձ օգնութիւն:
Saghmós 118, 1; 57; 121; 119, 1 [1-2]; 120, 1
Ieraniál ien ampídzk i dyanabarhí iev vúik kênán horéns Diárn. Payín im ies tu, Der, asatsí bahél intz zoréns ko. Ararí iravúns iev artarutiún, mi madnér zis i tzérês neghcháts imóts. I neghutián imúm ies ar Der gartatsí, iev lêváv intz. Der, pêrguiá zantzn im i shêrtánts nenkavoráts iev i lezvé charé. Hampartzí zachs im i leríns, usdí ieguestsé intz oknutiún.
Salmo 118, 1; 57; 121; 119, 1 [1-2]; 120, 1
Felices los que van por un camino intachable, los que siguen la ley del Señor. El Señor es mi herencia: yo he decidido cumplir tus palabras. He obrado conforme al derecho y a la justicia: no me entregues a mis opresores. En mi aflicción invoqué al Señor, y él me respondió. ¡Líbrame, Señor, de los labios mentirosos y de la lengua traicionera! Levanto mis ojos a las montañas: ¿de dónde me vendrá la ayuda?
Después de su Pasión, Jesús se manifestó a ellos dándoles numerosas pruebas de que vivía, y durante cuarenta días se les apareció y les habló del Reino de Dios. En una ocasión, mientras estaba comiendo con ellos, les recomendó que no se alejaran de Jerusalén y esperaran la promesa del Padre: «La promesa, les dijo, que yo les he anunciado. Porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo, dentro de pocos días». Los que estaban reunidos le preguntaron: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?». Él les respondió: «No les corresponde a ustedes conocer el tiempo y el momento que el Padre ha establecido con su propia autoridad. Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra».
Dicho esto, los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos. Como permanecían con la mirada puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir».
Los Apóstoles regresaron entonces del monte de los Olivos a Jerusalén: la distancia entre ambos sitios es la que está permitida recorrer en día sábado. Cuando llegaron a la ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.
Սաղմոս ԻԳ, 7; ԽԶ, 5 [6]
Ալելուիա, ալելուիա:
Համբարձէք, իշխանք, զդրունս ձեր ի վեր. համբարձցին դրունք յաւիտենից, եւ մտցէ Թագաւոր փառաց: Համբարձաւ Աստուած օրհնութեամբ, եւ Տէր մեր՝ ձայնիւ փողոյ:
Ալելուիա:
Saghmós 23, 7; 46, 5 [6]
¡Aleluiá, aleluiá!
Hampartzék ishjánk êztrúns tzer i ver; hampartzín trunk havideníts iev mêdtsé takavór paráts. Hampartzáv Asdvádz orhnutiámp, iev Der mer tzainív poghó.
¡Aleluiá!
Salmo 23, 7; 46, 5 [6]
¡Aleluya, aleluya!
¡Puertas, levanten sus dinteles, levántense, puertas eternas, para que entre el Rey de la gloria! Dios asciende entre aclamaciones, asciende al sonido de trompetas.
¡Aleluya!
Después les dijo: «Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos». Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto. Y yo les enviaré lo que mi Padre les ha prometido. Permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos con la fuerza que viene de lo alto».
Después Jesús los llevó hasta las proximidades de Betania y, elevando sus manos, los bendijo. Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. Los discípulos, que se habían postrado delante de él, volvieron a Jerusalén con gran alegría, y permanecían continuamente en el Templo alabando a Dios.
Ո՞վ է
Ո՞վ է որպէս Տէր Աստուած մեր, խաչեցաւ վասն մեր, թաղեցաւ և յարեաւ, հաւատարիմ եղեւ աշխարհի, և համբարձաւ փառօք: Եկայք ժողովուրդք, զօրհնութիւնս ընդ հրեշտակս երգեսցուք նմա ասելով, սուրբ, սուրբ, սուրբ ես, Տէր Աստուած մեր:
Ov e:
¿Ov e vorbés Der Asdvádz mer?, jachetsáv vásên mer, taghetsáv, iev hariáv, havadarím ieghév ashjarhí, iev hampartzáv parók. Iegáik yoghovúrtk, zorhnutiúns ênt hreshdágs ierkestsúk nêmá aselóv, surp, surp, surp ies Der Asdvádz mer.
Quién es:
¿Quién es como el Señor Dios nuestro? Fue crucificado por nosotros, fue sepultado y resucitó; fue creído por el mundo y ascendió gloriosamente. Venid, pueblos, cantadle alabanzas con los ángeles, diciendo: santo, santo, santo es el Señor Dios nuestro.