Los que llaman “Domingo Rojo” al 2º domingo de Pascua, a este domingo lo llaman “Domingo Amarillo”.
El Domingo Rojo es el 22º día de la Cincuentena y puede estar entre el 12 de abril y el 16 de mayo, de acuerdo a cada año según la fecha de la Pascua.
Քրիստոս յարեաւ
Քրիստոս յարեաւ ի մեռելոց, մահուամբ զմահ կոխեաց եւ յարութեամբն իւրով մեզ զկեանս պարգեւեաց. նմա փառք յաւիտեանս. ամէն:
Krisdós hariáv
Krisdós hariáv i merelóts, mahvámp êzmáh gojiáts iev harutiámpên iuróv mez êzguiánês barkeviáts; nêmá park havidiáns; amén.
Cristo resucitó
Cristo resucitó de entre los muertos; con su muerte pisoteó a la muerte y con su Resurrección nos regaló la vida. A Él la gloria por la eternidad; amén.
Յարեաւ Քրիստոս (Գովեա Երուսաղէմ)
Գովեա, Երուսաղէմ, զՏէր:
Յարեաւ Քրիստոս ի մեռելոց. ալէլուիա:
Եկայք ժողովուրդք, երգեցէք Տեառն. ալէլուիա:
Փառք Հօր † եւ Որդւոյ եւ Հոգւոյն սրբոյ՝ այժմ եւ միշտ եւ յաւիտեանս յաւիտենից. ամէն:
Յարուցելոյն ի մեռելոց, ալէլուիա, որ զաշխարհս լուսաւորեաց. ալէլուիա:
Hariáv Krisdós (Koviá Ierusaghém)
Koviá, Ierusaghém, êzDér.
Hariáv Krisdós i merelóts, ¡aleluiá!
Iegáik yoghovúrtk ierketsék Diárn, ¡aleluiá!
Park Hor † iev Vortvó iev Hokvúin sêrpó, áiyêm iev mishd iev havidiáns havideníts; amén.
Harutselúin i merelóts, ¡aleluiá!, vor zashjárhês lusavoriáts, ¡aleluiá!
Resucitó Cristo (Alaba oh Jerusalén)
Alaba, oh Jerusalén, al Señor.
Resucitó Cristo de entre los muertos, ¡aleluya!
Vengan, pueblos, canten al Señor, ¡aleluya!
Gloria al Padre † y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos; amén.
Al Resucitado de entre los muertos, ¡aleluya!, que iluminó al mundo, ¡aleluya!
որ յարեար ի մեռելոց
Սուրբ Աստուած, սուրբ եւ հզօր, սուրբ եւ անմահ, որ յարեար ի մեռելոց, ողորմեա մեզ։ (երիցս)
vor hariár i merelóts
Surp Asdvádz, surp iév hêzór, súrp iév anmáh, vor hariár i merelóts, voghormiá mez. (ierítss)
que resucitaste de entre los muertos
Santo Dios, santo y fuerte, santo e inmortal, que resucitaste de entre los muertos, ten piedad de nosotros. (3 veces)
Սաղմոս ԿԴ, 1 [2]; ԿԵ, 1 [1b-2]; ԿԶ, 1 [2]
Քեզ վայելէ օրհնութիւն, Աստուած, ի Սիովն, եւ քեզ տացին աղօթք յԵրուսաղէմ: Աղաղակեցէք առ Աստուած, ամենայն երկիր. սաղմոս ասացէք անուան նորա եւ տուք զփառս օրհնութեան նորա: Աստուած, ողորմեա մեզ եւ օրհնեա զմեզ, երեւեցո զերեսս քո ի մեզ եւ ողորմեա մեզ:
Saghmós 64, 1 [2]; 65, 1 [1b-2]; 66, 1 [2]
Kez vaielé orhnutiún, Asdvádz, i Sióvn, iev kez datsín aghotk, hErusaghém. Aghaghaguetsék ar Asdvádz, amenáin ierguír; saghmós asatsék anván norá iev duk êzpárs orhnutián norá. Asdvádz, voghormiá mez iev orhniá mez, ierevetsó zeréss ko i mez iev voghormiá mez.
Salmo 64, 1 [2]; 65, 1 [1b-2]; 66, 1 [2]
A ti, Señor, te corresponde un canto de alabanza en Sión, y todos tienen que cumplir sus votos. ¡Aclame a Dios toda la tierra! ¡Canten la gloria de su Nombre! Tribútenle una alabanza gloriosa. Que Dios tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro sobre nosotros.
Al oír esto, los paganos, llenos de alegría, alabaron la Palabra del Señor, y todos los que estaban destinados a la Vida eterna abrazaron la fe. Así la Palabra del Señor se iba extendiendo por toda la región. Pero los judíos instigaron a unas mujeres piadosas que pertenecían a la aristocracia y a los principales de la ciudad, provocando una persecución contra Pablo y Bernabé, y los echaron de su territorio. Estos, sacudiendo el polvo de sus pies en señal de protesta contra ellos, se dirigieron a Iconio. Los discípulos, por su parte, quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.
En Iconio, Pablo y Bernabé entraron en la sinagoga de los judíos, como lo hacían habitualmente, y predicaron de tal manera que un gran número de judíos y paganos abrazaron la fe. Pero los judíos que no creyeron, incitaron a los paganos y los indispusieron en contra de los hermanos. A pesar de todo, Pablo y Bernabé prolongaron su estadía y hablaban con toda libertad, confiados en el Señor que confirmaba el mensaje de su gracia, dándoles el poder de realizar signos y prodigios. Los habitantes de la ciudad se dividieron en dos bandos, uno en favor de los judíos y otro en favor de los Apóstoles. Pero como los paganos y los judíos, dirigidos por sus jefes, intentaron maltratar y apedrear a los Apóstoles, estos, al enterarse, huyeron a Listra y a Derbe, ciudades de Licaonia, y a sus alrededores; y allí anunciaron la Buena Noticia.
Սաղմոս ՃԽԷ, 1 [12]
Ալելուիա, ալելուիա:
Գովեա, Երուսաղէմ, զՏէր եւ օրհնեա զԱստուած քո, Սիոն:
Ալելուիա:
Saghmós 147, 1 [12]
¡Aleluiá, aleluiá!
Koviá, Ierusaghém, êzDér, iev orhniá zAsdvádz ko, Sión.
¡Aleluiá!
Salmo 147, 1 [12]
¡Aleluya, aleluya!
¡Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión!
¡Aleluya!
«Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Y le mostrará obras más grandes aún, para que ustedes queden maravillados. Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que él quiere. Porque el Padre no juzga a nadie: él ha puesto todo juicio en manos de su Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió. Les aseguro que el que escucha mi palabra y cree en aquel que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio, sino que ya ha pasado de la muerte a la Vida. Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan, vivirán. Así como el Padre dispone de la Vida, del mismo modo ha concedido a su Hijo disponer de ella, y le dio autoridad para juzgar porque él es el Hijo del hombre. No se asombren: se acerca la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz y saldrán de ellas: los que hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal, resucitarán para el juicio. Nada puedo hacer por mí mismo. Yo juzgo de acuerdo con lo que oigo, y mi juicio es justo, porque lo que yo busco no es hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.
Ո՞վ է
Ո՞վ է որպէս Տէր Աստուած մեր, խաչեցաւ վասն մեր, թաղեցաւ և յարեաւ, հաւատարիմ եղեւ աշխարհի, և համբարձաւ փառօք: Եկայք ժողովուրդք, զօրհնութիւնս ընդ հրեշտակս երգեսցուք նմա ասելով, սուրբ, սուրբ, սուրբ ես, Տէր Աստուած մեր:
Ov e:
¿Ov e vorbés Der Asdvádz mer?, jachetsáv vásên mer, taghetsáv, iev hariáv, havadarím ieghév ashjarhí, iev hampartzáv parók. Iegáik yoghovúrtk, zorhnutiúns ênt hreshdágs ierkestsúk nêmá aselóv, surp, surp, surp ies Der Asdvádz mer.
Quién es:
¿Quién es como el Señor Dios nuestro? Fue crucificado por nosotros, fue sepultado y resucitó; fue creído por el mundo y ascendió gloriosamente. Venid, pueblos, cantadle alabanzas con los ángeles, diciendo: santo, santo, santo es el Señor Dios nuestro.