Միածին Որդի
Միածին Որդի եւ Բանդ Աստուած եւ անմահ էութիւն, որ յանձն առեր մարմնանալ ի սրբուհւոյ Աստուածածնէն եւ ի միշտ Կուսէն, անփոփոխելիդ մարդ եղեալ խաչեցար, Քրիստոս Աստուած, մահուամբ զմահ կոխեցեր, մինդ ի սրբոյ Երրորդութենէն, փառաւորակից ընդ Հօր եւ սրբոյ Հոգւոյն, կեցո' զմեզ:
Miadzín Vortí
Miadzín Vortí iév Pánt Asdvádz, iév anmáh eutiún; vor hántzn arér marmnanál i sêrpuhvó Asdvadzadznén iév i mishd gusén; anpopojelít márt ieghiál jachetsár Krisdós Asdvádz, mahvámp êzmáh gojetsér; mínt i sêrpó Ierrortutenén paravoraguíts ênt Hor iév ênt sêrpó Hokvúin, guetsó êzméz.
Oh Hijo unigénito
Oh Hijo unigénito, Verbo de Dios y Ser inmortal, que aceptaste encarnarte de la santa Madre de Dios y siempre virgen, sin sufrir cambio alguno te hiciste hombre y fuiste crucificado, oh Cristo Dios, con tu muerte pisoteaste a la muerte. Tú que eres uno de la Santa Trinidad, conglorificado con el Padre y el Espíritu Santo, sálvanos.
Բանն որ ընդ Հօր
Տէր թագաւորեաց, վայելչութիւն զգեցաւ:
Բանն որ ընդ Հօր յէութեան. եւ համագոյ սուրբ Հոգւոյն. զպատկերն իւրական խառնեալ ընդ հողանիւթ բնութեանս. զոր զարդարեալ փառօք եդ ի դրախտին փափկութեան:
Յորում ցնծայր զուարճացեալ. անտխրական խնդութեամբ. քանզի զԱստուած տեսանէր միշտ խոնարհեալ ի դրախտին. յորմէ զլուսոյն ճառագայթ տպաւորէր ի յինքեան:
Փառք Հօր †եւ Որդւոյ եւ Հոգւոյն սրբոյ. այժմ եւ միշտ եւ յաւիտեանս յաւիտենից. ամէն:
Վասն որոյ աղաչեա. Մայր Աստուծոյ Մարիամ. զմիածին քո զՈրդին զի շնորհեսցէ ըստ աւազակին. ժառանգել վերստին մեզ զդրախտին վայելչութիւն:
Pann vor ênt Hor
Der takavoriáts, vaielchutiún êzketsáv.
Pann vor ênt Hor heutián, iev hamakó surp Hokvúin, êzbadguérn iuragán jarniál ênt hoghaniút pênutiáns; zor zartariál parók iet i trajdín papgutián.
Horúm tsêndzáir zvardyatsiál, andêjragán jêntutiámp; kanzí zAsdvádz desanér mishd jonarhiál i trajdín; hormé zlusúin dyarakáit dêbavorér i hinkián.
Park Hor † iev Vortvó iev Hokvúin sêrpó, áiyêm iev mishd iev havidiáns havideníts; amén.
Vásn voró aghachiá, Mair Asdudzó Mariám, êzmiadzín ko zOrtín zi shnorhestsé êsd avazaguín, yarankél verêsdín mez êztrajdín vaielchutiún.
El Verbo que es consubstancial
El Señor reinó, se vistió de majestad.
El Verbo que es consubstancial al Padre y al Espíritu Santo, unió su imagen con esta naturaleza hecha de barro, a la que, adornada con gloria, puso en el Paraíso de delicias.
Allí el hombre se alegró mucho, con una alegría que no puede ser vencida por la tristeza, porque ontemplaba siempre a Dios, descendido al Paraíso, desde el cual Él le imprimía un rayo de su luz.
Gloria al Padre † y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos; amén.
Por esto ruega, oh Madre de Dios, María, a tu unigénito Hijo, que nos conceda como al ladrón heredar nuevamente el esplendor del Paraíso.
որ յարեար ի մեռելոց
Սուրբ Աստուած, սուրբ եւ հզօր, սուրբ եւ անմահ, որ յարեար ի մեռելոց, ողորմեա մեզ։ (երիցս)
vor hariár i merelóts
Surp Asdvádz, surp iév hêzór, súrp iév anmáh, vor hariár i merelóts, voghormiá mez. (ierítss)
que resucitaste de entre los muertos
Santo Dios, santo y fuerte, santo e inmortal, que resucitaste de entre los muertos, ten piedad de nosotros. (3 veces)
Սաղմոս ԿԴ, 1-3 [2-4]
Քեզ վայելէ օրհնութիւն, Աստուած, ի Սիովն, եւ քեզ տացին աղօթք յԵրուսաղէմ: Լուր աղօթից իմոց, զի առ քեզ ամենայն մարմին եկեսցէ: Բանք անօրինաց զօրացան ի վերայ մեր. զամպարշտութիւնս մեր դու քաւեսցես:
Saghmós 64, 1-3 [2-4]
Kez vaielé orhnutiún, Asdvádz, i Sióvn, iev kez datsín aghotk, hErusaghém. Lur aghotíts imóts, zi ar kez amenáin marmín ieguestsé. Pank anorináts zoratsán i verá mer, zambarshdutiúns mer tu kavestsés.
Salmo 64, 1-3 [2-4]
A ti, Señor, te corresponde un canto de alabanza en Sión, y todos tienen que cumplir sus votos, porque tú escuchas las plegarias. A ti acuden todos los hombres bajo el peso de sus culpas; nuestras faltas nos abruman, pero tú las perdonas.
Sean comprensivos con el que es débil en la fe, sin entrar en discusiones. Mientras algunos creen que les está permitido comer de todo, los débiles sólo comen verduras. Aquel que come de todo no debe despreciar al que se abstiene, y este a su vez, no debe criticar al que come de todo, porque Dios ha recibido también a este. ¿Quién eres tú para criticar al servidor de otro? Si él se mantiene firme o cae, es cosa que incumbe a su dueño, pero se mantendrá firme porque el Señor es poderoso para sostenerlo. Unos tienen preferencia por algunos días, mientras que para otros, todos los días son iguales. Que cada uno se atenga a su propio juicio. El que distingue un día de otro lo hace en honor del Señor; y el que come, también lo hace en honor del Señor, puesto que da gracias a Dios; del mismo modo, el que se abstiene lo hace en honor del Señor, y también da gracias a Dios.
Ninguno de nosotros vive para sí, ni tampoco muere para sí. Si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor: tanto en la vida como en la muerte, pertenecemos al Señor. Porque Cristo murió y volvió a la vida para ser Señor de los vivos y de los muertos.
Dejemos entonces de juzgarnos mutuamente; traten más bien de no poner delante de su hermano nada que lo haga tropezar o caer. Estoy plenamente convencido en el Señor Jesús de que nada es impuro por sí mismo; pero si alguien estima que una cosa es impura, para él sí es impura. Si por un alimento, afliges a tu hermano, ya no obras de acuerdo con el amor. ¡No permitas que por una cuestión de alimentos se pierda aquel por quien murió Cristo!
No expongan a la maledicencia el buen uso de la libertad. Después de todo el Reino de Dios no es cuestión de comida o de bebida, sino de justicia, de paz y de gozo en el Espíritu Santo. El que sirve a Cristo de esta manera es agradable a Dios y goza de la aprobación de los hombres. Busquemos, por lo tanto, lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. No arruines la obra de Dios por un alimento. En realidad, todo es puro, pero se hace malo para el que come provocando escándalo. Lo mejor es no comer carne ni beber vino ni hacer nada que pueda escandalizar a su hermano.
Guarda para ti, delante de Dios, lo que te dicta tu propia convicción. ¡Feliz el que no tiene nada que reprocharse por aquello que elige! Pero el que come a pesar de sus dudas, es culpable porque obra de mala fe. Y todo lo que no se hace de buena fe es pecado.
corresponden a Romanos 16, 25-26]
Սաղմոս ՂԹ, 1-2 [1-3a]
Ալելուիա, ալելուիա:
Աղաղակեցէք առ Տէր, ամենայն երկիր, ծառայեցէք Տեառն ուրախութեամբ: Մտէք առաջի նորա ցնծութեամբ. ծաներուք զի նա է Տէր Աստուած մեր:
Ալելուիա:
Saghmós 99, 1-2 [1-3a]
Aghaghaguetsék ar Der, amenáin ierguír, dzaraietsék Diárn urajutiámp. Mêdék arachí norá tsêndzutiámp, dzanerúk zi na e Der Asdvádz mer.
Salmo 99, 1-2 [1-3a]
¡Aleluya, aleluya!
Aclame al Señor toda la tierra, sirvan al Señor con alegría, lleguen hasta él con cantos jubilosos. Reconozcan que el Señor es Dios.
¡Aleluya!
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
Ustedes oren de esta manera:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.
Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.
Հրեշտակային
Հրեշտակային կարգաւորութեամբ լցեր Աստուած զքո սուրբ զեկեղեցի: Հազարք հազարաց հրեշտակապետք կան առաջի քո, և բիւրք բիւրոց հրեշտակք պաշտեն զքեզ Տէր: Եւ ի մարդկանէ հաճեցար ընդունել զօրհնութիւնս ձայնիւ խորհրդականաւ, սուրբ, սուրբ, սուրբ, Տէր զօրութեանց:
Hreshdagaín
Hreshdagaín garkavorutiámp lêtsér Asdvádz êzko surp zegueghetsí. Hazárk hazaráts hreshdagabédêk gan arrachí ko, iev piurk piuróts hreshdágk bashdén êzkéz Der. Iev i martgané hadyetsár êntunél zorhnutiúnês tzainív jorhêrtaganáv, surp, surp, surp, Der zorutiánts.
Con órdenes angélicos
Con órdenes angélicos colmaste, oh Dios, a tu santa Iglesia. Miles de miles de arcángeles están delante de Ti, y millares de millares de ángeles te sirven, Señor. Y tuviste a bien aceptar de los hombres alabanzas con mística voz: santo, santo, santo es el Señor de los ejércitos.